El lunes por la mañana, las fuerzas armadas de Israel interceptaron una embarcación de la Flotilla de la Libertad, que se dirigía a la Franja de Gaza con ayuda humanitaria. A bordo del barco, llamado Madleen, viajaban activistas de diversas nacionalidades, incluyendo a la reconocida activista climática Greta Thunberg. El incidente tuvo lugar mientras la embarcación navegaba en aguas internacionales, cerca de la costa egipcia. La acción militar desató críticas por parte de organizaciones internacionales y de derechos humanos.
Tras la detención, el Ministerio de Relaciones Exteriores de Israel aseguró que el barco estaba siendo redirigido “de forma segura” hacia el puerto de Ashdod y que todos los pasajeros se encontraban ilesos. Sin embargo, diversos sectores han acusado a Israel de recurrir a un uso indebido de la fuerza, al tratarse de un grupo civil desarmado que transportaba una carga humanitaria limitada, según confirmó la propia organización promotora del viaje.
Intercepción de ayuda humanitaria
La primera alerta sobre la detención del Madleen se registró alrededor de las 5:30 a.m., hora local. La Flotilla de la Libertad perdió contacto con el barco poco después, y difundió una fotografía que mostraba a los tripulantes sentados al interior de la embarcación con chalecos salvavidas y las manos en alto.
Minutos más tarde, comenzaron a circular videos grabados por cámaras a bordo, donde se observa a los activistas seguir instrucciones para destruir sus dispositivos electrónicos mientras fuerzas israelíes se acercaban. En las imágenes, uno de los pasajeros —identificado como el activista brasileño Thiago Ávila— insiste a los demás en arrojar los teléfonos al agua. Posteriormente, se capta el momento exacto en que soldados israelíes abordan el navío.
A pesar del carácter tenso de la situación, las imágenes muestran un ambiente de calma relativa. Según se observa en el video de casi cuatro minutos publicado por la coalición organizadora, los militares ingresaron sin causar lesiones y dialogaron con la tripulación antes de tomar el control.
Reacciones y críticas internacionales
Uno de los puntos más comentados fue la presencia de Greta Thunberg a bordo. En un video pregrabado difundido por medios internacionales, la activista acusó a Israel de haberla “secuestrado” y llamó a sus seguidores a ejercer presión sobre sus gobiernos para exigir su liberación y la del resto de los pasajeros.
Por su parte, el gobierno israelí desestimó la intención humanitaria del viaje. La Cancillería del país calificó la iniciativa como una “provocación mediática” organizada por “celebridades en busca de atención”. Publicaron imágenes de los pasajeros recibiendo alimentos y agua, y minimizaron la carga a bordo, señalando que era “menos de un camión” con ayuda.
El Ministerio de Defensa israelí insistió en que el propósito de la operación fue evitar una violación del bloqueo marítimo impuesto desde 2007 sobre la Franja de Gaza, al que consideran una medida de seguridad necesaria para impedir la entrega de armas al grupo Hamás.
Madleen. pic.twitter.com/WppCE7HyJm
— The Palestinian (@InsiderWorld_1) June 8, 2025
Críticas al bloqueo y situación en Gaza
La Coalición de la Flotilla de la Libertad denunció el abordaje como un acto ilegal y aseguró que su misión era exclusivamente pacífica. Sostienen que el Madleen navegaba en aguas internacionales, sin armamento y con un grupo de defensores de derechos humanos. Además, acusaron a Israel de violar normas internacionales al impedir el paso de ayuda básica como arroz y fórmula para bebés, la cual transportaban como carga simbólica.
El episodio revive los ecos del asalto al Mavi Marmara en 2010, donde murieron diez personas tras un operativo similar. A pesar de que en esta ocasión no hubo heridos, la acción volvió a encender el debate sobre la legalidad del bloqueo y el trato a civiles.
Israel ha permitido el ingreso limitado de ayuda humanitaria en semanas recientes, pero esta se canaliza a través de una fundación respaldada por Israel y EE. UU., ampliamente rechazada por organizaciones humanitarias en el terreno. Por su parte, el Alto Comisionado de Derechos Humanos de la ONU, Volker Türk, advirtió que los palestinos en Gaza enfrentan una elección extrema: morir de hambre o arriesgar la vida para obtener comida.
Desde el inicio de la ofensiva israelí en octubre de 2023, tras los ataques de Hamás, más de 54,800 personas han muerto en Gaza, según datos del Ministerio de Salud local. Las restricciones de entrada a la región han agravado la crisis humanitaria, mientras la comunidad internacional intensifica su presión para permitir la entrega libre de alimentos y medicinas.
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