Estados Unidos ha emitido una alerta global dirigida a sus ciudadanos en todo el mundo, advirtiendo sobre posibles represalias por parte de Irán, luego de los recientes ataques estadounidenses a instalaciones nucleares iraníes en medio del conflicto bélico entre Irán e Israel. Esta advertencia se enmarca en un contexto de creciente tensión internacional y busca prevenir posibles ataques o manifestaciones dirigidas contra intereses o personas estadounidenses en diversos países.
El Departamento de Estado estadounidense recomendó a sus ciudadanos extremar precauciones en sus desplazamientos y actividades, debido a la posibilidad de manifestaciones y agresiones contra ciudadanos o propiedades vinculadas a Estados Unidos. Esta situación ha generado preocupación en el gobierno por la seguridad de sus nacionales y representa un desafío en materia de diplomacia y protección exterior.

Aumento de amenazas cibernéticas
Paralelamente, el Departamento de Seguridad Nacional (DHS) emitió un boletín especial señalando un entorno de amenaza intensificada dentro del país. Según el aviso, grupos de hacktivistas alineados con Irán podrían estar preparando ciberataques de bajo nivel contra redes gubernamentales y privadas en Estados Unidos. Además, actores cibernéticos más sofisticados afiliados al régimen iraní tendrían la capacidad técnica para ejecutar ofensivas de mayor escala, lo que eleva la preocupación sobre la vulnerabilidad de infraestructuras críticas y datos sensibles.
Esta situación subraya la complejidad del conflicto actual, donde no solo las confrontaciones físicas y diplomáticas están presentes, sino también una guerra en el ciberespacio que podría afectar la seguridad nacional estadounidense en múltiples frentes.
Riesgo de movilización interna
El boletín del DHS advierte también sobre la posible movilización de extremistas violentos dentro del territorio estadounidense. Si el liderazgo iraní emitiera una orden religiosa que incite a represalias, existe el riesgo de que grupos radicalizados planifiquen atentados de carácter ideológico o religioso. Esta amenaza está vinculada a episodios recientes donde se han registrado ataques motivados por conflictos internacionales que trascienden fronteras.
Las agencias de inteligencia estadounidenses están vigilantes ante esta posibilidad y han reforzado su monitoreo para detectar movimientos sospechosos o planes que puedan poner en riesgo la seguridad interna.
Refuerzo de vigilancia en EE.UU.
Como parte de las medidas preventivas, las autoridades locales en ciudades clave como Washington, Nueva York y Los Ángeles han incrementado los patrullajes y desplegado recursos adicionales en lugares considerados sensibles, tales como espacios religiosos, culturales y diplomáticos. Hasta el momento, no se han reportado amenazas creíbles o específicas, pero el ambiente de alerta máxima obliga a mantener una presencia constante para evitar incidentes.
El DHS también destacó un aumento de casos de islamofobia y antisemitismo desde la guerra entre Israel y Hamás en Gaza, en 2023, hechos que se relacionan con el contexto actual de tensión. Este clima puede alimentar la radicalización y los actos de violencia tanto dentro como fuera del país.