En dos acciones distintas, autoridades federales decomisaron cantidades alarmantes de huachicol en Nuevo León. Primero, elementos de la Guardia Nacional interceptaron un tráiler con 64 mil litros de huachicol en el municipio de Rayones. Posteriormente, en un operativo más amplio en Allende, la Fiscalía General de la República (FGR) y otras corporaciones aseguraron 1.2 millones de litros de huachicol en una bodega clandestina.
Ambos casos revelan la presencia persistente del robo y distribución ilegal de combustible en la entidad, un delito que no solo representa pérdidas millonarias, sino que también refleja fallas estructurales en los sistemas de control y vigilancia del Estado.

Intervención de Guardia Nacional en Rayones
Durante inspecciones preventivas realizadas por la Guardia Nacional en Rayones, Nuevo León, fue detenido un camión de doble tanque que transportaba hidrocarburo. El vehículo llamó la atención de los agentes federales, quienes realizaron una revisión de rutina.
El conductor presentó documentación para justificar la legalidad de solo 32 mil litros, correspondientes a uno de los dos contenedores del tráiler. Sin embargo, la segunda mitad del cargamento carecía de documentos, por lo que los agentes procedieron a decomisar la totalidad del material.
El chofer fue trasladado ante el Ministerio Público federal, donde deberá rendir su declaración y se determinará su situación jurídica. En tanto, el tractocamión quedó asegurado como parte del proceso legal que ya se encuentra en curso.
Este hecho se suma a los numerosos casos registrados en la región en los últimos meses, donde los transportes de combustible sin regulación clara han sido detectados y detenidos por las autoridades federales.
Megaoperativo anti huachicol en Allende, Nuevo León
El caso más significativo ocurrió apenas unos días antes, cuando el 18 de junio autoridades federales llevaron a cabo un cateo en una propiedad ubicada en la colonia El Maguey, en el municipio de Allende. La acción fue encabezada por la Fiscalía General de la República, con apoyo del Gabinete de Seguridad federal.
Dentro del predio, se localizaron 1.2 millones de litros de hidrocarburo presuntamente robado, almacenado en diversas estructuras. Entre lo asegurado se encuentran 11 franctank, siete tanques cilíndricos, 10 semirremolques, tres tractocamiones y dos cubitanques, todos conteniendo combustible.
Además, se hallaron mangueras de conducción, bombas despachadoras y otros instrumentos utilizados en la comercialización ilegal, lo que hace suponer la existencia de una operación clandestina bien organizada dedicada al huachicoleo.
Corporaciones federales detienen Huachicoleo en Nuevo León
En el operativo de Allende participaron varias dependencias clave. La Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), la Secretaría de Marina (Semar) y la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC), en conjunto con la Fiscalía General de Justicia de Nuevo León y Fuerza Civil, contribuyeron al aseguramiento de la bodega y sus contenidos.
Esta colaboración refleja la importancia de la coordinación entre los distintos niveles de gobierno para combatir delitos de alto impacto como el robo de combustible. Sin embargo, también pone en evidencia la magnitud del problema que enfrenta la entidad.
Hasta el momento, no se ha confirmado si hubo personas detenidas durante el cateo, pero la investigación continúa y se espera que en los próximos días se den a conocer más detalles sobre los posibles responsables y el destino del combustible robado.
¿Qué representa el huachicol en Nuevo León?
El huachicoleo no solo daña la economía nacional, sino que también pone en riesgo a comunidades enteras por las condiciones en las que se almacena el combustible. Además, genera competencia desleal y mina la confianza en las instituciones que deben garantizar el control del mercado energético.
Los recientes decomisos en Rayones y Allende exponen que este delito sigue activo en Nuevo León y que, a pesar de los esfuerzos de autoridades federales, las redes dedicadas al robo de hidrocarburos siguen operando con cierto grado de impunidad.
Estos hechos también reavivan el debate sobre la necesidad de políticas más efectivas, vigilancia permanente en rutas de transporte y sanciones más severas para quienes participan en este tipo de crímenes. El gobierno de Nuevo León debería implementar acciones más severas para evitar el huachicoleo en el estado.