El incendio en Hong Kong ha dejado un panorama cada vez más crítico. Las cifras se han movido desde las primeras horas y siguen aumentando conforme avanzan las labores de rescate. En medio del caos, las autoridades confirmaron que ya son 44 los fallecidos, aunque otros reportes hablan de más víctimas y de cientos de desaparecidos. Todo ocurre en el complejo Wang Fuk Court, un conjunto de ocho torres residenciales que fue consumido por las llamas durante la madrugada.
Incendio En Hong Kong Creció Rápido
El fuego se extendió con rapidez por varios niveles. Los bomberos trabajaron durante horas para contenerlo. Hasta el último corte, reportaron que habían logrado controlar cuatro torres, mientras que tres seguían en proceso de sofocación y una se mantenía fuera de peligro. Aun así, los equipos describen la situación como extremadamente complicada. Actúan entre humo denso, altas temperaturas y estructuras debilitadas.
Además, el volumen de recursos desplegados demuestra la magnitud del desastre. Según las autoridades, se enviaron más de mil 200 bomberos y personal de rescate, junto con casi 200 camiones especiales. Las labores se concentran en distintos niveles, principalmente entre los pisos 3 y 18. La prioridad es llegar a los residentes que podrían estar atrapados.
Sin embargo, la estrategia enfrenta obstáculos. Los andamios de bambú que rodeaban el edificio, parte de una remodelación en curso, dificultan el acceso. A eso se suma la presencia de materiales que no habrían cumplido las normas de seguridad. Por ello, la policía abrió una investigación que ya dejó a tres sospechosos detenidos.
Tras Incendio En Hong Kong Crecen Sospechas Sobre La Constructora
La tragedia no solo expuso las dimensiones del incendio. También abrió dudas sobre una posible negligencia que habría acelerado la propagación del fuego. La policía de Hong Kong confirmó la detención de tres responsables de la empresa constructora encargada de la reciente reforma del complejo. Se trata de dos directores y un consultor, arrestados de madrugada.
La línea de investigación apunta a materiales inflamables instalados en el recubrimiento exterior de algunas torres. Entre ellos, una película protectora, telas impermeables y mallas plásticas. De acuerdo con los primeros análisis, estos elementos no cumplían con las normas de prevención de incendios. Además, se detectó espuma sellando ventanas en uno de los edificios no afectados, lo que también podría representar un riesgo.
Esta información encendió alarmas entre los residentes y autoridades. Los primeros señalamientos revelan que los materiales instalados podrían haber facilitado que las llamas subieran rápidamente por la fachada. Por eso, la policía no descarta que esta sea la causa principal del avance del incendio. Incluso se sugirió que los responsables de la constructora podrían enfrentar cargos de homicidio involuntario.
Mientras tanto, la investigación continúa. Las autoridades incautaron computadoras, teléfonos y documentación relevante durante un cateo a las oficinas de la empresa Prestige Construction and Engineering Company Limited. De esta forma buscan determinar qué materiales se usaron, en qué condiciones fueron colocados y si existió alguna omisión que agravara la emergencia.
Este proceso abre un debate más amplio sobre la seguridad en los edificios de Hong Kong. Durante años, la ciudad ha sufrido una fuerte crisis de vivienda y una competencia feroz por remodelaciones rápidas y de bajo costo. El incendio dejó en evidencia lo que algunos expertos consideran un problema estructural: la presencia de materiales económicos, pero peligrosos, en construcciones densamente pobladas.
Búsqueda De Víctimas Y Ayuda
Mientras avanza la investigación, continúa también el drama humano alrededor del incendio. Decenas de familias siguen buscando a sus seres queridos. En el exterior de uno de los refugios habilitados, una mujer de 52 años mostraba la foto de su hija, una joven recién graduada. Entre lágrimas repetía que ni ella ni su padre habían salido del edificio. Historias como esta se repiten entre los más de 900 residentes evacuados.
El complejo Wang Fuk Court alojaba más de 4 mil 600 personas en sus ocho torres. Gran parte de ellas vivía en departamentos pequeños, rodeados de andamios y malla verde debido a las reformas. Esto explica la dificultad de acceso para los rescatistas. Incluso un bombero perdió la vida durante las labores, mientras que al menos siete más resultaron heridos.
Por otra parte, los hospitales de la ciudad reportan más de 70 personas lesionadas. Casi la mitad se encuentran en condición seria, según el balance más reciente. A ello se suman cientos de personas reportadas como desaparecidas, una cifra que podría cambiar conforme continúen las labores de rescate entre los pisos superiores.
Ante la magnitud de la tragedia, el Gobierno anunció un fondo especial de ayuda de 300 millones de dólares hongkoneses. La medida busca apoyar a los residentes que perdieron su hogar y sus pertenencias. A esta iniciativa se sumaron empresas chinas y fundaciones privadas, entre ellas Xiaomi, Xpeng, Geely, Tencent y la fundación de Jack Ma.
Sin embargo, la tragedia también reavivó el descontento social. Para muchos, los precios elevados de vivienda y la falta de regulación efectiva han contribuido a que situaciones como esta se vuelvan cada vez más riesgosas. Algunos analistas señalan que este incendio pondrá bajo escrutinio la capacidad del Gobierno de Hong Kong y del Partido Comunista chino para garantizar condiciones de seguridad.
Operativo Continúa Entre Humo Por Tragedia En Hong Kong
Los esfuerzos de rescate continúan mientras el complejo sigue envuelto en humo. Videos desde la zona muestran llamas aún activas en al menos dos torres. Las autoridades indicaron que cuatro edificios están controlados, mientras que otros permanecen bajo vigilancia para evitar rebrotes.
La operación se desarrolla a contrarreloj. Los equipos revisan habitación por habitación, incluso en los niveles más altos. Una plataforma digital con avisos de personas desaparecidas circula entre los vecinos. Ahí se leen mensajes como “suegra de 70 años, desaparecida”, “varón de 33 años” o simplemente “Piso 27, habitación 1: Está muerto”. Aunque algunos reportes no han sido verificados, reflejan la desesperación y la incertidumbre general.
Las autoridades ya discuten medidas adicionales. Una de ellas es la sustitución gradual del tradicional andamio de bambú por estructuras metálicas. La intención es reducir riesgos en edificios en remodelación y evitar que materiales de soporte agraven una emergencia.
Por ahora, el operativo sigue en marcha. Las llamas se extinguen poco a poco, pero el impacto social y emocional será profundo. La tragedia en Hong Kong quedará registrada como una de las peores en casi ocho décadas.
