La violencia contra mujeres en Nuevo León se mantiene como una de las crisis más graves del estado. A pesar de los discursos oficiales, los datos reflejan una realidad alarmante: el 64 % de la población teme por los feminicidios y el 66 % por las desapariciones, según una reciente encuesta de El Norte. La desconfianza hacia el gobierno estatal crece junto con las cifras de agresión.
Feminicidios En Nuevo León: Entre Las Cifras Y La Impunidad
El panorama de la violencia contra mujeres en Nuevo León revela una brecha profunda entre los datos oficiales y la realidad social. En los primeros nueve meses de 2025, 75 mujeres fueron asesinadas, pero solo nueve casos fueron reconocidos como feminicidios por el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública. Esto significa que solo el 12 % de los asesinatos contra mujeres se investigan con perspectiva de género.
El promedio nacional de reconocimiento es del 24 %, lo que coloca a Nuevo León muy por debajo de la media nacional. La falta de sensibilidad institucional y la clasificación errónea de los casos impiden que se actúe con la debida diligencia, prolongando la impunidad y el sufrimiento de las víctimas. Los colectivos locales denuncian que las autoridades evitan reconocer los feminicidios para mantener cifras “positivas” en los reportes públicos.
La violencia no solo se mide en estadísticas. Cada cifra representa una mujer que fue asesinada, una familia que busca justicia y una sociedad que observa la indiferencia institucional. Mientras tanto, el discurso gubernamental insiste en hablar de avances, aunque las víctimas sigan aumentando.

Falta De Perspectiva De Género En Las Investigaciones
El trato institucional hacia las víctimas sigue siendo una de las principales deficiencias en el combate a la violencia contra mujeres en Nuevo León. La baja clasificación de feminicidios no se debe a una disminución de la violencia, sino a la resistencia de las autoridades para aplicar protocolos con enfoque de género.
Activistas y especialistas señalan que la falta de capacitación, la ausencia de peritos especializados y la burocracia judicial retrasan o distorsionan las investigaciones. Esto provoca que muchos casos terminen en el archivo, sin justicia ni reparación del daño.
Inseguridad Y Violencia Sexual En Aumento
La violencia contra mujeres en Nuevo León no ocurre en un vacío: forma parte de un contexto generalizado de inseguridad. Durante 2025, se registraron más de 3,500 delitos sexuales, posicionando al estado en el quinto lugar nacional. Además, el promedio mensual de 66 denuncias por acoso sexual evidencia que la violencia cotidiana contra las mujeres no se detiene.
La inseguridad se vive en las calles, en el transporte público y en los espacios laborales. Las mujeres de Nuevo León expresan que temen salir solas, y muchas han cambiado su rutina diaria por miedo a ser agredidas. La falta de vigilancia y las respuestas tardías de las autoridades han profundizado el clima de desprotección.
Mientras tanto, los refugios para mujeres enfrentan recortes presupuestales, y los programas de prevención permanecen sin seguimiento. El resultado es un estado donde las mujeres viven bajo alerta permanente, y la violencia de género se percibe como un fenómeno normalizado.
Violencia Contra Mujeres En Nuevo León Y Un Gobierno Sin Respuesta
Aunque el gobernador Samuel García presume avances en seguridad y justicia, los datos muestran lo contrario. Según El Norte, la ciudadanía lo reprueba con una calificación de 5 de 10 en combate a la violencia, justicia y protección de derechos. Los mensajes triunfalistas contrastan con una realidad marcada por la falta de empatía y el deterioro institucional.
La administración estatal ha privilegiado la imagen mediática sobre la atención a víctimas. Las campañas públicas y los eventos simbólicos no sustituyen la urgencia de una política integral de prevención y justicia con perspectiva de género. A falta de resultados concretos, crece la percepción de un gobierno más enfocado en el espectáculo que en la seguridad.
Los colectivos ciudadanos sostienen que la violencia contra mujeres no disminuirá mientras las autoridades estatales minimicen los hechos y eviten la rendición de cuentas.

Sociedad Cansada Y Sin Confianza En Las Autoridades
La violencia contra mujeres en Nuevo León ha provocado un cansancio social visible. Las marchas, veladoras y memoriales se multiplican en Monterrey y su zona metropolitana. Cada manifestación lleva los nombres de mujeres desaparecidas, asesinadas o ignoradas por las instituciones.
Las familias siguen buscando justicia, muchas veces por su cuenta, ante un sistema que les cierra las puertas. El dolor se ha convertido en un motor de resistencia, pero también en un recordatorio de la deuda histórica del Estado con las mujeres.
La confianza ciudadana está fracturada. Los nuevoleoneses no solo perciben un incremento en los casos de violencia, sino también una profunda falta de empatía y transparencia. Mientras el gobierno celebra cifras “favorables”, la realidad muestra una crisis que no se detiene.
Es Una Gran Emergencia La Violencia Contra Mujeres En Nuevo León
La violencia contra mujeres en Nuevo León no es un problema aislado: es una emergencia de derechos humanos. Con más de 75 asesinatos en menos de un año y miles de denuncias por agresión sexual, el estado se ha convertido en uno de los más peligrosos para ser mujer. La falta de políticas públicas efectivas, la impunidad y la indiferencia gubernamental han normalizado el miedo.
Mientras las autoridades destinan recursos a la propaganda, la violencia sigue arrebatando vidas. Sin un compromiso real y medidas integrales, el futuro de las mujeres en Nuevo León seguirá marcado por la impunidad y el olvido.
Mientras Samuel presume el Mundial y sus lujos innecesarios, la inseguridad sigue fuera de control en Nuevo León. El 64% de NL no confía en cómo atiende los feminicidios y la violencia. 🚨 La ciudadanía exige resultados, no shows. ⚠️
— Ciudadanos Seguros (@CSegurosnl) October 28, 2025
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