La presencia de escombro en el Río Santa Catarina ha encendido las alarmas entre especialistas y activistas, quienes urgen a la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) a intervenir y sancionar al Gobierno de Nuevo León por incumplir el resolutivo de impacto ambiental autorizado por la Semarnat en la construcción de la Línea 4 del Metro. A pesar de que la Conagua ordenó el retiro inmediato del material hace un mes, las autoridades estatales no han cumplido, aumentando la preocupación por los riesgos ambientales.

Afectaciones al cauce y la vegetación
El biólogo Antonio Hernández advirtió que dejar escombro en el Río Santa Catarina puede tener consecuencias graves y duraderas. Según explicó, la acumulación de tierra y residuos impide el crecimiento de la vegetación en el tramo norte del afluente y reduce la capacidad de flujo del agua. Esto, además de comprometer la función natural del río, pone en peligro la infraestructura y la seguridad de las zonas aledañas durante la temporada de lluvias. La barrera natural que normalmente protege a la ciudad se ve debilitada, exponiendo a Monterrey a posibles inundaciones y daños estructurales.
Falta de cumplimiento y supervisión
Hernández señaló que el proyecto de la Línea 4 del Metro tiene una autorización de impacto ambiental que exige la correcta disposición final de todos los residuos generados. Sin embargo, el Gobierno de Nuevo León no ha respetado estas condiciones. La Profepa, encargada de verificar el cumplimiento de los resolutivos emitidos por la Semarnat, no ha actuado hasta el momento, lo que representa un incumplimiento doble: por parte del gobierno y por parte del organismo supervisor. Ante la evidencia del escombro en el Río Santa Catarina, los especialistas exigen medidas inmediatas para evitar daños irreversibles al ecosistema y garantizar la seguridad de los habitantes.
Contradicciones en el discurso oficial
La situación se agrava con el contraste entre el discurso ambientalista del Gobernador Samuel García y las acciones reales de su administración. Mientras presume iniciativas para proteger el Río Santa Catarina, su gobierno deposita toneladas de escombro en el cauce, violando las propias normas que se supone deben garantizar la protección del entorno. Esta contradicción ha sido duramente criticada por organizaciones civiles, quienes demandan coherencia y acciones concretas en lugar de declaraciones públicas vacías. La falta de respuesta ante la orden de la Conagua refleja un desinterés preocupante en cumplir con las responsabilidades ambientales básicas.
Llamados de colectivos y ciudadanos
Andrea Villarreal, integrante del colectivo Un Río en el Río, exigió a las autoridades que actúen de inmediato y retiren el escombro en el Río Santa Catarina. La activista subrayó la importancia de la congruencia entre el discurso oficial y las acciones, señalando que la protección del río no debe ser solo una promesa política, sino un compromiso real con el medio ambiente y la ciudadanía. Además, pidió a la Profepa intervenir y aplicar sanciones ejemplares para enviar un mensaje claro de que la impunidad no puede continuar en temas ambientales.
Los ciudadanos también han manifestado su preocupación, destacando que la acumulación de escombro en el Río Santa Catarina afecta la calidad de vida, incrementa el riesgo de inundaciones y daña el ecosistema local. Exigen transparencia y un plan claro de remediación para devolver al río su estado natural y evitar tragedias futuras.
El caso del escombro en el Río Santa Catarina es un recordatorio contundente de la importancia de respetar los resolutivos ambientales y de actuar con responsabilidad. La presión pública sobre las autoridades crece, y la exigencia de una gestión ambiental coherente se vuelve cada vez más urgente.¿Quieres saber más sobre el tema? Lee el siguiente artículo: Conagua pide limpiar escombro de la Línea 4 del Metro en el río Santa Catarina