Arrecian las políticas migratorias de Estados Unidos
El gobierno de Estados Unidos anunció que retirará la protección migratoria conocida como Estatus de Protección Temporal (TPS) a decenas de miles de venezolanos. Esta medida, que podría afectar a más de 300 mil personas, representa un cambio drástico en la política migratoria hacia quienes huyeron de la crisis humanitaria en Venezuela. La decisión ha generado preocupación entre defensores de derechos humanos, comunidades migrantes y legisladores que advierten sobre las posibles consecuencias sociales y humanitarias de esta revocación.
El TPS ha sido un salvavidas para miles de venezolanos que llegaron a territorio estadounidense en busca de estabilidad y seguridad. Al eliminar esta figura, el gobierno abre la puerta a la deportación de quienes habían logrado integrarse a la vida laboral y social del país. Aunque la medida no implica una salida inmediata, sí marca el inicio de un proceso que obligará a muchos a replantear su futuro.
— @ESpectaNoticias (@espectanoticias) May 19, 2025
#Internacionales |Corte Suprema de EE. UU. autoriza fin del TPS para 350,000 venezolanos
La Corte Suprema de Estados Unidos autorizó al gobierno de Donald Trump a poner fin al Estatus de Protección Temporal (TPS) para casi 350,000 venezolanos, permitiendo su posible… pic.twitter.com/mTemWUVzFa
¿Qué es el TPS y cómo funcionaba?
El Estatus de Protección Temporal es una figura migratoria que permite a ciudadanos de ciertos países permanecer y trabajar legalmente en Estados Unidos cuando su país de origen atraviesa situaciones extraordinarias como conflictos armados, desastres naturales o crisis humanitarias. En el caso de Venezuela, el TPS fue otorgado en 2021 ante el colapso político, económico y social del país sudamericano.
La decisión de terminar con esta protección fue justificada por autoridades estadounidenses bajo el argumento de que la situación en Venezuela ha cambiado. Sin embargo, diversos organismos internacionales insisten en que la crisis en ese país persiste y que aún no existen las condiciones para garantizar un retorno seguro para quienes emigraron.
Desde su implementación, el TPS permitió a miles de venezolanos trabajar legalmente, obtener un número de seguridad social, abrir cuentas bancarias y, en general, vivir sin el temor constante a ser deportados. La cancelación de este estatus los deja en una situación de incertidumbre jurídica que podría llevar a un aumento de la población migrante sin documentos.
Estados Unidos rompe su compromiso con los derechos humanos
Diversos sectores han expresado su rechazo a la decisión. La congresista Pramila Jayapal calificó la medida como “inhumana” y advirtió que representa un paso atrás en los compromisos asumidos por Estados Unidos en materia de derechos humanos. “Estas personas escaparon de una dictadura, de la pobreza extrema, de la persecución. No deberíamos cerrarles la puerta”, señaló.
Organizaciones como la Alianza Nacional TPS, Human Rights Watch y Amnistía Internacional también han manifestado su preocupación. En comunicados recientes, advierten que esta revocación podría derivar en una crisis humanitaria al obligar a miles de personas a vivir en la clandestinidad o incluso a regresar a un país donde aún enfrentan graves riesgos.
El gobierno estadounidense ha indicado que ofrecerá un periodo de transición antes de que la cancelación del TPS entre en vigor. No obstante, abogados y defensores de migrantes consideran que dicho periodo será insuficiente para que los afectados encuentren alternativas migratorias, sobre todo debido a la complejidad y lentitud de los procesos migratorios en Estados Unidos.
Entre los venezolanos beneficiarios del TPS se encuentran familias con hijos nacidos en territorio estadounidense, personas con empleos estables, estudiantes y trabajadores esenciales. La posibilidad de perder su estatus legal afecta no solo su situación migratoria, sino también su estabilidad emocional, económica y social.
Persiste la crisis pese a postura de Estados Unidos
Aunque las autoridades estadounidenses insisten en que la situación en Venezuela ha mejorado, la evidencia en el terreno contradice esa narrativa. Organismos como la ONU, ACNUR y la Comisión Interamericana de Derechos Humanos siguen documentando casos de represión política, inseguridad, crisis sanitaria, inflación descontrolada y escasez de alimentos.
Se estima que más de 7 millones de venezolanos han abandonado su país en la última década, convirtiéndose en una de las mayores crisis de desplazamiento en el mundo. La mayoría ha buscado refugio en países latinoamericanos como Colombia, Perú, Chile y Ecuador, pero también en Estados Unidos, donde encontraron una red de apoyo y oportunidades laborales.
Expertos migratorios han señalado que forzar el regreso de personas a un país en crisis puede generar consecuencias graves, no solo para los migrantes, sino también para la estabilidad regional. Además, existe el riesgo de que muchas personas opten por quedarse en Estados Unidos de manera irregular, sin acceso a servicios básicos y con temor constante a ser detenidos o deportados.
Mientras tanto, muchos venezolanos en Estados Unidos ya comienzan a buscar alternativas legales. Algunos podrían iniciar procesos de asilo político, aunque estos suelen ser largos, inciertos y requieren asesoría legal especializada. Otros, en cambio, podrían verse obligados a regresar a Venezuela o mudarse a otro país donde puedan iniciar una nueva vida.
¿Quieres saber más sobre el tema?
Para obtener información adicional sobre las implicaciones de esta decisión y las opciones disponibles para los venezolanos afectados, te invitamos a leer el siguiente artículo: Corte Suprema habilita a Trump a poner fin al Estatus de Protección Temporal (TPS) para venezolanos